Siete meses en Saltillo, el precio.

"No se puede llegar al amanecer sin seguir el camino de la noche."

Kahlil Gibrank

Que tal! Muuy bienvenidos a bordo como siempre agradeciendo la visita al blog. Parece ya que se volvió tradición para mí escribir por cada mes que cumplo en Saltillo jajaja. Lo que siempre digo todo ha sido muy rápido. Hace poquito más de un año que iniciaba este blog. Hace un año aproximadamente que estaba por empezar o comenzando a hacer mis horas de práctica en un avión bimotor. Nunca imaginé que un año después iba a estar volando un bimotor turborreactor! Jajaja. Locuras de la vida, destino, tal vez suerte si trabajo también pero al fin y al cabo los caminos de la vida por los que recorremos o hemos de recorrer… y como dice la canción “los caminos de la vida no son los que yo esperaba, no son los que yo creía no son los que imaginaba”.
Ésta semana ha estado muy tranquila de vuelos. El lunes solamente Saltillo-Reynosa-Cancún-Saltillo, no hubo pernocta en Cancún, ni modo… Hay unos vuelos pendientes para sábado y domingo a ver que ondas.

Sigo contento, pero me percaté del “precio” que estoy pagando por este trabajo. El otro día un muchacho que me llevó en Torreón en la van del hotel al aeropuerto en la plática y demás me dijo cuando supo mi familia estaba en Guadalajara y Michoacán: ¿entonces el precio que estás pagando por tu trabajo es tu familia verdad?. Asimilé su pregunta y le dije que si. Y es la verdad. Bien dicen que todo tiene su precio yo estoy pagando no y muy alto que es no poder estar con mi familia, y ni modo, lo acepto. Dicen por ahí que quien quiere azul celeste que le cueste, no se me hace justo que ellos también tengan que pagar por el no verme pero, ya habrá oportunidad de estar juntos. Que tengas un muy buen día! ;)