Vámonos hacia atrás... mucho más atrás.

"Time is equal to life; therefore, waste your time and waste of your life,
or master your time and master your life."
Alan Lakein
Vámonos atrás. Mucho más atrás. Vayamos muchos años atrás. Seguro tú tampoco has olvidado tu infancia; jamás la olvidaremos. Jamás. Te habrá sucedido que de un momento a otro vienen recuerdos del pasado y quedas con un sentimiento bonito al pasar por tí ésos recuerdos.
A mí mente llegaron hace un momento tantos al ver la fotografía que está apenas aquí arriba. Tenía algunos seis u ocho años cuando mucho. Estábamos en el Aeropuerto de Zihuatanejo, casi por volar a Uruapan. Era un Cessna 210. Volábamos seguido. Teníamos la oportunidad de ir a Zihuatanejo unas tres veces al año. A veces volábamos en el Cessna 210, a veces en el Cessna 402, a veces en el Fairchild Metro. En más de una ocasión el capitán al conocer a mis papás y a mi llegó a ponerme un banquito en medio y detrás de los dos pilotos y ahí permanecía todo el vuelo. Eran momentos inolvidables. Obviamente no sabía ni qué sucedía pero todo era como magia. Me acuerdo la primera vez que viajé así en el Metro veía como la primer oficial (hoy mi Jefe de Pilotos) leía al comandante las "listas", y durante días después cuando ibamos en el carro yo había hecho una listita y le preguntaba a mi papá de tontería y media sobre el carro como si él fuera el comandante jajajaja. "Amortiguadores? Llantas? Gasolina?". Sintiéndome yo como un verdadero copiloto. Qué cosas no cabe duda.
Tampoco olvidar que mis papás cuando volabamos en aviones comerciales me metían a la cabina porque ya me llamaban mucho la atención los aviones. Una vez que volamos en un ATR 42 de Uruapan al D.F., después del vuelo y habiendo algunos pasajeros a bordo mi papá me metió a la cabina y el primer oficial me puso su gorra. Me tapaba toda la cara claro jajaja, entonces mi papá me sacó de la cabina para que me viera mi mamá y solo recuerdo como se oián risas por la cabina. Cómo quisiera una foto de ése momento sería muy graciosa.
Años atrás también, iba en bicicleta con mis papás los domingos al aeropuerto. Me dolía cuando teníamos que regresar y dejaba de ver los aviones. A veces también los domingos después de comer íbamos por alguna nieve y pasábamos después al aeropuerto. Lo bueno es que quedaba cerca.
Todos ésos y tantos más recuerdos llegaron esta noche con ésa foto. No cabe duda que una imagen dice más, en este caso trae más que mil palabras. Mucho más que mil. Recordemos el pasado con orgullo y alegría porque es pasado y no se volverá a repetir. Tomemos lo bueno de todo lo que nos ha sucedido y lo malo tomémoslo como enseñanza, ejemplos, y vivencias que nunca nos dejan y dejarán de servir.
Seguimos en tierra. Falta a lo mejor un poco más de un mes para empezar a volar. Mientras continuaremos con diversos cursos proporcionados por la compañía y más vuelos de observador. Todo a su tiempo. Voy despacio porque llevo prisa. Un abrazo, saludos!