Treinta Segundos

"El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre;
es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego"
Jorge Luis Borges
Treinta segundos. En este andar treinta segundos pueden hacer una gran diferencia. Comprobado. Tijuana. Ocho treinta de la mañana. Estamos en la puerta catorce esperando nuestro avión. El avión tiene una demora. El aeropuerto pareciera estar congelado. El despachador llega a dar el respectivo briefing y nos informa que por NOTAM ha estado cerrado por unas horas el aeropuerto por trabajos de reparación en la pista. No hay ninguna salida ni llegada. Los trabajos no terminaron a la hora publicada así que todo se comenzó a atrasar. Nuestro avión viene demorado. Está considerando irse al alterno si el aeropuerto no se abre en minutos. El aeropuerto de Tijuana se abre. Los aviones aterrizan por la pista 09 y un rato después está el poderosísimo tocando ruedas y unos minutos más tarde llegando a la plataforma. Entramos al avión, pido la autorización y se estiman treinta minutos para nuestro remolque. De pronto el controlador nos pregunta si estamos listos. Nosotros lo estamos. Llamamos al mecánico en tierra para que indique todo está libre abajo para iniciar remolque. El mecánico al haber recibido el estimado no estaba en su estación. De mil formas tratamos de llamarlo y nada. Treinta segundos después llegó. Fue demasiado tarde y por ésos treinta segundos tuvimos que esperar otros veintisiete minutos ya que venían tráficos en aproximación a la pista 09 y los despegues se efectuarían de la pista 27. De ser el número uno en la secuencia terminamos siendo el número tres y salimos casi una hora de nuestra hora de salida por intinerario. Llegamos a Puebla con la demora un poco recuperada y a Cancún apenas llegamos unos minutos tarde. Es impresionante como con coordinación conjunta y un buen trabajo en equipo se puede hacer que las cosas salgan bien. Y también es impresionante lo que treinta segundos pueden arrastrar. No cabe duda que cada segundo cuenta. En la operación, en nuestras vidas, y en el Universo entero cada segundo vale.